La falta de un horario fijo y el cambio de rutinas diarias pueden ser divertidos para los niños, pero pueden hacer que la salud bucal pase a segundo plano. Por eso es un buen momento para establecer algunas reglas básicas sencillas que ayuden a que el verano sea divertido y saludable.
Los niños duermen hasta tarde, se quedan a dormir en casa de sus amigos, viajan a campamentos y visitan a sus familiares. Estas cosas pueden convertirse en excusas para olvidarse de una buena higiene bucal. Recuerde a sus hijos que lleven consigo un cepillo dental, pasta dental con flúor, hilo dental y un retenedor (si usan uno). Insista en que tengan como prioridad el cuidado de sus dientes (en la mañana y en la noche).
El helado, los dulces, la comida rápida y comer más de lo normal entre comidas pueden fácilmente volverse parte de la rutina del verano. Supervise la dieta de su hijo y dele bocadillos saludables, como frutas y verduras frescas. Tenga a la mano agua para mantener a sus hijos refrescados.
El verano también es una época para nadar, andar en bicicleta, correr y pasarla bien en general. La mayoría de las lesiones puede ocurrir durante estas actividades. Tome precauciones usando un protector bucal durante las actividades deportivas y preparándose para cualquier accidente.
Finalmente, programe una revisión dental antes de que empiece la escuela.
Al iniciar el año con una buena salud bucal, ayudará a asegurarse de que su hijo pierda menos días de clases y usted menos días laborales.