Una extracción de dientes puede ser aterradora para su hijo, y para usted. El saber qué preguntar podría hacer que la experiencia sea menos dolorosa.
Una extracción de dientes puede ser aterradora para su hijo, y para usted. El saber qué preguntar podría hacer que la experiencia sea menos dolorosa.
Aviso: Para ayudar a controlar transmisión del coronavirus (COVID-19), la Asociación Dental Estadounidense (ADA, por sus siglas en inglés) actualmente recomienda que los dentistas pospongan los procedimientos electivos y proporcionen solamente atención dental de emergencia. Si su hijo tiene una extracción dental programada, póngase en contacto con su consultorio dental local y hable con su dentista para saber qué debe hacer.
La caída de un diente suele ser motivo de alegría para un niño. No sólo significa que pronto tendrá un diente permanente nuevo, sino que también llegará el Hada de los Dientes o el Ratoncito Pérez. De vez en cuando, el diente de su hijo podría tener que ser removido por un dentista.
La posibilidad de que haya que sacar o extraer un diente puede ser aterradora tanto para usted como para su hijo. Sin embargo, el hacer las preguntas necesarias acerca de las extracciones podría ayudar a aliviar esta ansiedad. Aquí hay algunas preguntas que lo pueden ayudar a saber qué esperar antes, durante y después de una extracción.
Las caries son la razón más común para las extracciones, de acuerdo con un estudio del 2012. Sin embargo, hay muchas otras razones por las cuales su hijo podría necesitar que se le extraiga un diente. Un diente de leche podría tener que extraerse si el diente no acaba de caerse, o si está lesionado o estropeado. Las lesiones también son una razón común para tener que remover un diente permanente, al igual que las infecciones, apiñamiento o preparación para un tratamiento de ortodoncia.
El diente será removido mediante uno de dos procesos: una extracción simple o una extracción quirúrgica.
• Una extracción simple probablemente la haga su dentista, el cual usará una herramienta llamada elevador para aflojar y levantar el diente, luego otra herramienta llamada fórceps (o pinzas), para removerlo.
• Una extracción quirúrgica será hecha por su dentista (o un cirujano bucal) en casos en los cuales un diente se haya roto debajo de la línea de las encías o no haya aparecido por completo. El diente, y probablemente algo de las encías y material de los huesos, serán extraídos.
Probablemente no. Si el dentista de su hijo recomienda una extracción, es muy probable que el dentista haya determinado que el diente está demasiado estropeado o lesionado como para preservarse, o que es necesario para un tratamiento de ortodoncia o para permitir que un diente permanente tenga espacio. Aun así, puede preguntarle a su dentista si existe la opción de un procedimiento menos invasivo, como un empaste, corona o tratamiento de flúor.
Probablemente. Durante las extracciones más simples, su dentista le pondrá anestesia local a su hijo para reducir las molestias.
Para las extracciones quirúrgicas, y a veces para extracciones simples, su dentista o cirujano bucal podría darle un sedativo como óxido nitroso, anestesia general o ambos. Discuta los riesgos y beneficios de estas opciones con su dentista o cirujano bucal. La Asociación Dental Estadounidense proporciona una lista útil de preguntas que puede hacerle a su dentista acerca de lo que debe hacer antes, durante y después de un procedimiento en el cual su hijo reciba anestesia o sea sedado.
Asegúrese de seguir cuidadosamente todas las instrucciones de su dentista o cirujano bucal. Aquí hay algunos consejos para ayudar a que su hijo sane rápida y cómodamente.
• Asegúrese de que no se enjuaga con demasiada fuerza y tampoco use un popote o pajilla durante al menos 24 horas. Aunque podría parecer lógico que hay que enjuagarse tanta sangre como sea posible, los coágulos de sangre que se forman sobre la extracción ayudan la cicatrización y previenen las infecciones.
• Recuérdele a su hijo no tocarse el área de la extracción.
• Si el coágulo no se desarrolla o si se enjuaga, podría desarrollarse una enfermedad dolorosa conocida como alveolitis, o alveolo seco. Si ésto ocurre, infórmeselo a su dentista inmediatamente.
• Pídale a su hijo que se cepille delicadamente y use el hilo dental diariamente pero que evite el área de la extracción durante al menos una semana. El cepillarse la lengua también podría ayudar a eliminar el mal aliento y el sabor desagradable que son tan comunes después de una extracción.
• Dele a su hijo una solución de agua con sal para que haga gárgaras al otro día. (Se recomienda media cucharadita de sal en 8 onzas de agua.) Su hijo deberá hacerlas varias veces al día todos los días para ayudar a mantener el área limpia.
• Ofrézcale alimentos blandos y saludables y bebidas frescas no carbonatadas. Los caldos (deje enfríar antes de servir), yogurt, huevos revueltos y compota de manzana son buenas alternativas. Evite las nueces, semillas y otros alimentos que puedan atascarse en el área de la extracción.
• Si a su hijo se le inflaman las mejillas, use una bolsa con hielo para reducir la hinchazón y el dolor. Pregúntele a su dentista o cirujano bucal por cuánto tiempo y con cuánta frecuencia debe usarla.
Aunque la extracción de un diente puede asustar, al hacer las preguntas correctas, seguir las instrucciones de su dentista cuidadosamente y seguir estos consejos, su hijo, y usted, podrán regresar a la normalidad rápidamente.
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