Las barreras en cuanto al software son mucho más amplias, pero un problema potencial importante se relaciona con el cumplimiento de la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros de Salud de 1996 (HIPAA, por sus siglas en inglés). La HIPAA es una ley federal que protege la información confidencial del paciente para que no se comparta sin el consentimiento de este. Para garantizar la seguridad de la información del paciente, es necesario implementar procesos y medidas de seguridad adicionales en las empresas de software con el fin de asegurarse de que nadie tenga acceso a su información. El Centro de Políticas de Salud Conectadas (Center for Connected Health Policy) reconoce que es posible que algunas empresas no estén creando software ni medidas internas para asegurarse de que la información privada esté protegida.
También existen limitaciones en relación con lo que la teleodontología es capaz de hacer de forma virtual. Los dentistas no pueden colocar empastes en las caries ni reemplazar coronas de forma virtual. Los pacientes que necesitan un procedimiento dental importante aún deben ir al consultorio, pero la teleodontología puede ser el primer paso para identificar la necesidad para un procedimiento dental en persona. En una consulta virtual, los dentistas también pueden proporcionar información a los pacientes acerca del cuidado preventivo, así como recetarles un alivio temporal para el dolor dental.