A medida que envejece, es más probable que experimente síntomas de boca reseca. Esto quiere decir, menos saliva, la cual es una de las armas principales de su cuerpo para defenderse de las enfermedades de las encías y la caries dental porque enjuaga el ácido y las partículas de comida. La boca reseca puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos o puede ser el resultado de otros estados clínicos, como la diabetes.
De acuerdo a la Asociación dental estadounidense, cerca del 30% de las personas mayores de 65 años y 40% de las personas mayores de 80 años padecen de una boca reseca. El tomar agua a lo largo del día es un gran comienzo, pero también debe limitar el consumo de alcohol y bebidas que tengan mucho azúcar y cafeína.