Hola, Olive: No necesariamente.

Esta pregunta provocó un intenso debate en línea. Puede que haya notado que el consenso se concentró en solo dos acercamientos a mojar el cepillo de dientes, pero, de hecho, existen tres: mojar el cepillo antes, mojar el cepillo después o no mojarlo para nada (muy radical, lo sabemos).

El punto es que, cada estilo tiene beneficios válidos:

• El mojarlo antes suaviza las cerdas del cepillo y las enjuaga.

• El mojarlo después asegura que la pasta dental se disuelva en su cepillo y no se caiga.

• El no mojar el cepillo hace que no hayan pasos adicionales entre aplicar la pasta dental y cepillarse.

Sin embargo, ninguna de estas opciones ofrece una ventaja abrumadora. En su lugar, para lograr una salud bucal óptima, adopte hábitos de cepillado consistentes y use una técnica de cepillado eficiente.

Los dentistas recomiendan cepillarse dos veces al día durante dos minutos, tomándose 30 segundos para cada cuadrante. Es fácil acelerar el proceso — de hecho, el adulto promedio pasa solamente 45 segundos cepillándose los dientes — así que considere usar un cronómetro para mantenerse en buen camino.

Contrario al mojar el cepillo de dientes, ¡la técnica que use para cepillarse sí importa! Para remover la placa de manera efectiva, aplique la pasta de dientes, humedezca el cepillo según le parezca y agarre su cepillo de dientes formando un ángulo de 45 grados con las encías mientras cepilla las superficies interiores y exteriores de los dientes suavemente.

Sin embargo, la placa se acumula más allá de las superficies de los dientes. También se acumula entre los dientes y a lo largo de la encía, esto causa caries y enfermedades de las encías. Así que, también incluya el usar hilo dental en su rutina diaria de salud bucal.

Para unos dientes fuertes y saludables, no importa cómo ni cuándo decida mojar su cepillo. En vez de eso, la clave es continuar cepillándose y usando hilo dental a diario.